lunes, 20 de noviembre de 2017

Evolución del avión

Después del primer vuelo con motor, todo iba a ir ya muy deprisa.
Efectivamente se estaba gestando un asunto de vital importancia: la forma del avión. De 1903 a 1914 la experimentación a este respecto fue determinante. A partir de 1906 se empezarían a vislumbrar ya las formas que el avión adoptaría los treinta años siguientes. Fueron numerosos los intentos de vuelos arriesgados en una carrera por conseguir el aeroplano más adecuado. Por ejemplo:
  • En agosto de 1908 Wilbur Wright mostraba en Francia la excelente maniobrabilidad de su biplano.
  • En 1909 Hubert Lotham despegó con su Antoinette IV para cruzar desde la parte francesa el Canal de la Mancha hasta llegar a Inglaterra.
  • En 1910 Igo Etrich construía su aparato, el Inspirado en la forma de una paloma.
  • En 1912 el ingeniero norteamericano Elmer Ambrose Sperry inventaba el piloto automático.
  • Surgieron los Blériot XI y los Lavavasseur Antoinette, modelos franceses que tenían el motor en la cabeza y estaban dotados de fuselaje largo y conjunto de cola. En cuanto al biplano, el modelo de la época fue el Goupy 1909, también francés, de alas escalonadas. Francia se había convertido en la avanzada de la aeronáutica ante la fría acogida norteamericana a los logros de los Wright.
    Louis Blériot sobrevoló los treinta y ocho kilómetros del Canal de la Mancha en treinta y seis minutos y medio el 25 de julio de 1909, ganando las mil libras de premio que ofrecía el Daily Mail, hazaña que disparó el número de pedidos de su aparato, un Blériot XI.
  • Por entonces el interés por el aeroplano había decaído en Estados Unidos, y los franceses de nacimiento o adopción fueron los pioneros. Henry Farmanintrodujo los alerones para el control lateral del aparato, en lugar de la torsión de las alas, novedad que Farman empleó en el Voisin, de estructura ligera y flexible, de tela, madera y alambre, que pilotó en 1908 en su vuelo de Moumelon a Reims.
    Ferdinand Ferber, charles y Gabriel Voisin fueron otros de los nombres del momento. Para entonces ya se contaba con motores de 100 CV, capaces de volar a ochenta kilómetros por hora, y aunque la mayoría de aquellos aparatos sólo tenían cabida para el piloto, había algún biplaza.
    Como símbolo de la confianza que se tenía en la conquista del aire a principios del XX la señora Dixon, con el aplauso de las sufragistas del momento, pedaleaba por el cielo sobre un curioso modelo entreverado de globo, bicicleta y avión sin alas, a la par que un inventor alemán colocó en 1900 un motor en una nave aérea y voló con éxito tres años antes que los hermanos Wright: era el conde Ferdinand von Zeppelin.
  • Pero claro, no era un avión, sino un dirigible de estructura rígida, aparato inmenso que hacía furor en Alemania y que había transportado ya en 1914 a más de cuarenta mil personas, artilugio complejo, distinto del dirigible semirrígido como el que en 1902 creó Henri Julliot: el Jaune, de cincuenta y siete metros de longitud, equipado con un motor de 40 CV con su llamativo color amarillo. Culminaba una serie de intentonas y sueños iniciados en el XIX.
    Atrás quedaba la ingenua planeadora de George Cayley. Ahora ya no se consideraría al aeroplano “ese corcel mecánico”, cuyo destino no parecía otro que el deporte o el espectáculo.
    Se aspiraba a más tras el primer congreso aeronáutico internacional celebrado en 1909 en Reims, donde se exhibieron ocho tipos diferentes, seis de los cuales eran diseños europeos.
    El aeroplano parecía llegar a su mayoría de edad; el mundo de la aviación contaba con un plantel de ricos y deportistas pilotos cuya colaboración solicitaban los ejércitos europeos en vísperas de la Primera Guerra Mundial. Sería su actividad en el aire lo que diera a aquella contienda cierto halo romántico con sus ‘ases del cielo’.

El primer vuelo de Alberto Santos Dumont

Desde pequeño, el ingeniero e inventor brasileño Alberto Santos Dumont (1873-1932) sentía fascinación por todo tipo de máquinas, y en especial las voladoras. Junto a su padre estableció su residencia en París en el año 1891. En la capital francesa descubrió el fantástico mundo de la aviación.

En un principio, realizaba vuelos en globo como pasajero. Años más tarde pasó a diseñar el suyo propio, bautizándolo con el nombre de su país natal: Brasil (Brésil en francés). Pero Alberto Santos Dumont también creó varios prototipos de dirigibles, algunos de ellos volaron con cierto éxito. Algo que propició que gozase de cierta popularidad en el París de esa época.

Pero no sería hasta el 13 de septiembre de 1906, cuando Santos Dumont consiguió, ante un numeroso público, el primer vuelo a motor pilotando un avión llamado 14-bis, logrando una distancia de 221 metros. Esta aeronave utilizaba el mismo sistema de alabeo que el avión de los hermanos Wright. Con su modelo perfeccionado, el 14-bis, al contrario que modelo Flyer de los hermanos Wright, no precisaba emplear raíles, viento a favor ni catapultas para despegar.

Pese a producirse un poco más tarde que los primeros vuelos de Whitehead y los Wright, como obtuvo una tremenda publicidad y repercusión en los medios de comunicación de la época, durante mucho tiempo este vuelo fue considerado como el primero.
Debes saber que cuando tuvo lugar el primer vuelo de Santos Dumont, de los Wright y de Whitehead poco o nada se conocía. Por este motivo, la prensa internacional otorgó al 14-bis el honor de ser el primer avión capaz de despegar por medios propios.

Hermanos Wright

Orville (Dayton, Estados Unidos, 1871 - id., 1948) y Wilbur Wright (Millville, Estados Unidos, 1867 - Dayton, id., 1912) Inventores estadounidenses. Los hermanos Wright, nombre con el que han pasado a los anales de la historia los dos pioneros estadounidenses de la aviación Orville y Wilbur Wright, habían recibido únicamente una formación equivalente al nivel de bachillerato, por lo que, para ganarse la vida, y aprovechando la circunstancia de que Orville era campeón ciclista, montaron un negocio de reparación de bicicletas: la empresa Wright Cycle Co., en la que podían aplicar con provecho sus excepcionales dotes para la mecánica práctica.


Este negocio les permitió financiar además su otra gran pasión, a la que empezaron a dedicarse de manera sistemática a partir de 1899: las investigaciones relativas al vuelo. Los hermanos Wright conocían los trabajos del alemán Otto Lilienthal (1848-1896), fallecido en accidente durante uno de sus vuelos planeados cerca de Berlín, quien durante muchos años había creado un sinfín de planeadores y establecido los principios fundamentales del vuelo planeado, y también los estudios del ingeniero y arquitecto estadounidense S. P. Langley (1834-1906), que desarrolló diversos principios de la aerodinámica y explicó el proceso por el cual el aire puede sustentar las alas.
Partiendo de estas aportaciones, Wilbur y Orville Wright se lanzaron a la construcción de cometas y planeadores biplanos, que perfeccionaron gracias a la introducción de elementos como el timón vertical, el elevador horizontal y los alerones. Sus trabajos y la incorporación de estas mejoras les permitieron pronto controlar por completo el movimiento del ingenio en las tres direcciones necesarias para el vuelo.
Para probar sus desarrollos inventaron una instalación, conocida en la actualidad con el nombre de túnel de viento (1901), en la que podían poner a prueba las características aerodinámicas de los ingenios que más tarde construirían, como la máquina voladora de 9,76 metros de envergadura y 1,52 metros de cuerda, equipada con una cola vertical doble, en la cual se basaron para construir el aeroplano al que, en 1903, adaptaron un motor de combustión interna: fue el primer ingenio volador más pesado que el aire.
Los vuelos iniciales de este aparato tuvieron lugar el 17 de diciembre de 1903, en las llanuras de Kill Devil (cerca de Kitty Hawk, en Carolina del Norte), y permitieron a Wilbur, ante la mirada de sólo cinco testigos, protagonizar un vuelo de casi un minuto de duración durante el cual recorrió unos 850 pies (aproximadamente 26 metros). Para llevar a cabo esta gesta histórica, que señala el inicio de la aviación, los Wright construyeron un planeador al que siguió un modelo más evolucionado, llamado Flyer III, con un peso de 388 kg y equipado con un motor de cuatro cilindros capaz de desarrollar 21 CV de potencia. Este ingenio disponía además de dos hélices.

La proeza pasó casi inadvertida en una época en que los intentos del hombre por volar en aparatos más pesados que el aire no gozaban de reconocimiento tras los sucesivos fracasos de S. P. Langley, quien había invertido en sus proyectos 50.000 dólares de fondos gubernamentales entre los años 1897 y 1903. Sin embargo, la situación cambió radicalmente en 1905, cuando la prestigiosa revista científica estadounidense Scientific American informó con detalle a sus lectores de la hazaña.
Por aquel entonces, Orville y Wilbur habían conseguido desarrollar ya un ingenio volador capaz de mantenerse en el aire durante media hora y recorrer un total de 24 millas (unos 38,5 kilómetros). Los Wright llevaron a cabo demostraciones de su invención en Europa y América y fundaron la American Wright Company; en 1912, a la muerte de Wilbur, Orville asumió la dirección de la empresa hasta 1915, momento en que la abandonó para dedicarse a la investigación aeronáutica.



Historia de los HERMANOS WRIGHT


El primer avión

Tras varios intentos fracasados de construir una aeronave que pudiera despegar y alzarse en el aire por sus propios medios, un seguidor de Sir George Cayley, el también inventor inglés William Samuel Henson (1812-1888), diseñó y patentó en 1842 el primer avión que iba equipado con un motor de vapor, hélices y un ala fija. Esta idea tuvo eco en Londres y París y fue recogida por The Illustrated London NewsL’Illustration, a partir de lo cual se multiplicaron los bocetos inspirados en aquellos principios de ingeniería.

La utilidad de todo aquello estribaría en un hecho: entre las ideas de G.Cayley y los dibujos de W. Henson se vislumbró el aeroplano a motor. Henson prácticamente no pasó nunca del diseño gráfico, en cambio G. Cayley, sí.




n el año 1848, un amigo de Henson llamado John Stringfellow (1779-1883), construyó una pequeña aeronave basada en los diseños de Henson y mejoró algunos aspectos. Pero no tuvo el éxito esperado. Era una nave no tripulada, y si bien pudo despegar con dificultades, no volaba más de 2 o 3 segundos.
Pasaron unos cuantos años hasta el siguiente avance dentro de la historia del primer avión. Demasiado tal vez, lástima que los sucesores Henson y Cayley fueran un puñado de lunáticos, y que el hecho de volar contradijera la opinión de ingenieros y científicos del momento, para quienes era imposible que un cuerpo más pesado que el aire pudiera elevarse, escepticismo apoyado por la ausencia de energías capaces y las limitaciones del motor de gas o la máquina de vapor.
Pero apareció el que muchos consideran el inventor del aviónClement Ader (1841-1925), un ingeniero francés. En octubre del año 1890, C. Ader, consiguió que su aparato de hélice, llamado Éole, se elevara unos pocos centímetros y recorriera 50 metros volando.
n el año 1848, un amigo de Henson llamado John Stringfellow (1779-1883), construyó una pequeña aeronave basada en los diseños de Henson y mejoró algunos aspectos. Pero no tuvo el éxito esperado. Era una nave no tripulada, y si bien pudo despegar con dificultades, no volaba más de 2 o 3 segundos.
Pasaron unos cuantos años hasta el siguiente avance dentro de la historia del primer avión. Demasiado tal vez, lástima que los sucesores Henson y Cayley fueran un puñado de lunáticos, y que el hecho de volar contradijera la opinión de ingenieros y científicos del momento, para quienes era imposible que un cuerpo más pesado que el aire pudiera elevarse, escepticismo apoyado por la ausencia de energías capaces y las limitaciones del motor de gas o la máquina de vapor.
Pero apareció el que muchos consideran el inventor del aviónClement Ader (1841-1925), un ingeniero francés. En octubre del año 1890, C. Ader, consiguió que su aparato de hélice, llamado Éole, se elevara unos pocos centímetros y recorriera 50 metros volando.
Con esta aeronave, consiguió despegar, coger un poco de altura y recorrer una distancia de 60 metros. Pero era un ingenio muy complejo y difícil de manejar y se estrelló. Casi era incapaz de ascender, descender, girar o aterrizar de manera controlada. Pero ninguna experiencia, por modesta que sea, deja de ser útil. En el campo de la aviación, cada paso señalaba una etapa en la conquista del aire.
También el científico y profesor estadounidense Samuel Pierpont Langley(1834-1906) el 6 de mayo de 1896 tuvo cierto éxito en el primer vuelo con una aeronave diseñada y construida por él. Este avión recibió el nombre de Aerodrome No 5 y recorrió volando una distancia de unos 1.000 metros. Con una versión mejorada, el Aerodrome No 6, el 28 de noviembre del mismo año logró recorrer 1.460 metros. Pero estos dos aparatos tenían un inconveniente, no estaban tripulados por el hombre.
Muchos expertos y científicos coinciden en que, dentro de la historia del aeroplano, los experimentos vistos hasta ahora, casi no se pueden considerar vuelos. Más bien “saltos” con un mínimo tiempo de sustentación en el aire. Algo que a partir de ahora cambiará:

Primer vuelo con motor tripulado

La historia de la aviación dio finalmente el paso definitivo cuando se consiguió el primer vuelo tripulado con motor del hombre. Cómo en muchos otros inventos, en la historia del vuelo ha existido una gran polémica e injusticias históricas sobre quién fue el primer piloto en volar un avión más pesado que el aire.

Concretamente, esta controversia se da entre Gustav Whitehead, los hermanos Wright y Alberto Santos Dumont. Pero eso lo vamos a ir descubriendo un poco más adelante. Vamos a verlo en riguroso orden cronológico para que puedas juzgar y sacar conclusiones por ti mismo:

El primer vuelo de Gustave Whitehead



Se tiene constancia y documentación escrita del primer vuelo a motor pilotado que consiguió despegar y aterrizar. Fue el 14 de agosto de 1901 en Connecticut (EE.UU) gracias al físico e inventor alemán Gustave Whitehead(1874-1927), que ante veinte testigos logro volar 3 veces con su modelo Número 21.
La noticia apareció publicada en periódicos como el Boston Transcript, el New York o el Bridgeport Herald. En los ejemplares de esa fecha se puede leer que el vuelo más largo que Whitehead consiguió era de más de 2500 metros y con una altura aproximada de 60 metros. Siendo éste un vuelo mayor que el conseguido dos años más tarde por los hermanos Wright (también considerados los artífices del primer vuelo).
G.Whitehead había colaborado con Lilienthal en los vuelos con planeadores que éste llevó a cabo en Berlín en 1889. En 1895 G.Whitehead construyó su primer planeador, y sabedor de que el futuro pasaba por el motor construyó en Pittsburgh un primer aparato volador que acabó estrellándose contra un edificio. En 1900 se instaló en Bridgeport, Connecticut, y construyó su Number 21, impulsado por un motor de gasolina fabricado por él mismo y con el que protagonizó la proeza de ser el primero en volar a motor.
El avión poseía un fuselaje cerrado y ruedas para el aterrizaje; sus alas podían plegarse y disponía de espacio para un pasajero además del piloto. En enero de 1902 realizó un vuelo de siete millas a bordo de su Number 22. No obstante estas hazañas, los hermanos Wright ensombrecieron su fama en 1903, y aunque para muchos fueron ellos los primeros en efectuar un vuelo a motor, el honor le cabe a G.Whitehead, a quien le fue restituido en 1964.

Historia de la aviación

Se atribuye al matemático y filósofo griego Arquitas de Tarento, amigo de Platón, la rara invención, hacia el año 400 a.C., de una paloma mecánica que según parece se mantenía en suspensión impulsada por una oculta corriente de aire que actuaba en su interior.

La paloma de Arquitas es el precedente más antiguo existente acerca del avión y el vuelo de algo más pesado que el aire, y que nada tiene que ver con los míticos Dédalo e Ícaro. Pero experimentos de este tipo no tuvieron continuación en el mundo clásico.

Historia del avión


En el año 1420, en pleno Renacimiento, el ingeniero y médico veneciano Giovanni Fontana diseñó un pájaro capaz de volar impulsado por un cohete oculto entre sus plumas artificiales Se trataba de un uso primitivo de la propulsión a reacción y fue un ingenio que causó gran sensación, como también la causaron otros.
Pero fueron meras lucubraciones y raros experimentos dentro de la historia de los aviones de los que hoy tenemos constancia gracias a que quedaron plasmados en dibujos y formulaciones teóricas de aspiraciones y sueños que perviven en raros manuscritos.
Se podría considerar que el primer precursor del vuelo del hombrefue Leonardo da Vinci (1452-1519). Acaso este inventor (entre muchas otras cosas) de la ciudad italiana de Florencia conoció estos precedentes cuando inventó la máquina voladora, que estaba concebida de tal forma que el piloto moviera las alas con las manos y los pies, y la cola con la cabeza.
Da Vinci también inventó una especie de helicóptero (por llamarlo así) con un ala en espiral que se “enroscaba” en el aire. El principio era el mismo que el de los modernos helicópteros.
En el transcurso de casi tres siglos (hasta el XIX), no cesaron los intentos de volar llevados a cabo por toda clase de hombres valerosos y algunas veces fanáticos: éste es, en efecto, el período que separa a Leonardo de los primeros intentos serios para volar efectuados por la técnica moderna.
De este científico, y del inglés Joseph Priestley (1733-1804) y sus Experiments and Observations of Different Kinds of Air, aprendió el francés Joseph-Michel Montgolfier (1740-1810) para insuflar en su globo de papel aire caliente. Joseph y su hermano Jacques-Étienne Montgolfier (1745-1799) elevaron en junio de 1783 un globo sobre la ciudad de Annonay, dejando a sus convecinos realmente anonadados.
inicios del avión
En septiembre de aquel mismo año los intrépidos hermanos consiguieron en presencia de Luis XVI y de María Antonieta elevar un globo en cuya canastilla viajaban un gallo, un pato y un cordero, que tras recorrer una distancia de dos kilómetros y medio lograron aterrizar. Este éxito era, sin duda, el origen de los dirigibles.
El paso siguiente fue la invención del planeador. Un ingenio creado en 1799 por George Cayley (1773-1857), ingeniero británico y que es considerado por sus estudios sobre el tema como el padre de la aerodinámica.

Los planeadores eran unos artefactos capaces de mantenerse “flotando” o sustentados en el aire durante un cierto tiempo aprovechando las corrientes ascendentes de aire caliente. Pero no podían despegar por sí mismos, al carecer de motor, debían ser arrastrados en su “despegue” por caballos o lanzados desde un punto elevado.
El primer hombre en volar en un planeador fue el cochero y ayudante de George Cayley, tripulante de un planeador construido por este científico británico: un artefacto que aterrizaba mediante un juego de ruedas con radios de alambre. A bordo de aquel artilugio el aterrado personaje se convirtió en el primer hombre que volaba, cosa que hizo sobre los alrededores de Scarborough, en el Yorkshire inglés un día de 1853.
G.Cayley especificó y puso las bases para el diseño de un aeroplano e ideó un aparato de alas fijas dotado de fuselaje, cola y timón y accionado por motor. Realizó los primeros estudios en estabilidad longitudinal y lateral, en aerodinamicidad y en cuestiones relativas al movimiento del centro de gravedad, ocupándose también de la superposición de alas o triplanos.
Fue el primero en ver la necesidad de principios básicos para la aeronáutica: suspensión, fuerza motriz para vencer la resistencia del aire (ver qué es el aire) y control en vuelo, a cuyo fin fabricó un motor de combustión interna que funcionaba con explosiones de pólvora, aunque no lo suficientemente ligero ni con potencia bastante para ser incorporado a un aeroplano.
Otto Lilienthal (1848-1896), decidió aprovechar el viento y las corrientes de aire naturales con una especie de aparato que debía ser lanzado desde lo alto de una colina. Los experimentos de Lilienthal se sucedieron con éxito durante varios años, y gracias a sus estudios la aeronáutica recibió un impulso tal que la convirtió en una ciencia exacta. Algo fundamental para entender el origen de los aviones.
Pero Lilienthal experimentaba personalmente sus aparatos y, lamentablemente, perdió la vida el 9 de agosto de 1896 en uno de sus vuelos tras lanzarse desde las montañas Stollier, cerca de Rhinow. En el momento del accidente, ya había realizado un centenar de lanzamientos.
Conseguía el control de su planeador inclinando el cuerpo de delante hacia atrás o de uno a otro lado a bordo de monoplanos y biplanos, pero su finalidad era deportiva. Dejó escrito un libro acerca del vuelo de los pájaros: Der Vogelflug als Grundlage der Fliegekunst(1889), tenido entonces por una especie de Biblia, y un trabajo excelente sobre máquinas voladoras.
Los intentos por realizar lo que hasta el siglo XIX fuera pura fantasía estaban próximos a plasmarse en un asomo de realidad, dando un paso definitivo dentro de la historia de la aviación. Estamos a punto de conocer la invención del primer avión.



VÍDEO HISTORIA DE LA AVIACIÓN https://www.youtube.com/watch?v=-RA3wja4Y1U